PRUEBAS Y CONSTANCIA EXISTEN POR MONTONES
No tengo pruebas de cuando millones de años atrás hicimos parte de la misma materia que hoy conforman nuestros cuerpos, algunos todavía ardientes y otros en plena decadencia, aunque si tengo constancia de que existe una energía que nos conecta a todos los seres vivos, vibrando al ritmo de los sentimientos más preciosos, en cuanto somos soñadores en procesos de armonía, desgraciadamente en paralelo permanecen y en conjunto elementos horrorosos, ya que también hacen presencia aquellos otros cuerpos deformados por sus ambiciones, empecinados en aplastar y destruir a todo objeto o criatura que consideran adversos, enemigos o ajenos a sus pérfidos objetivos, distantes de la conjunción entre todos los átomos que hasta ahora han surgido para constancia de un universo incansable constructor de la realidad.
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