VIEJO PLACER Y A DESTIEMPO
Mujer devuélveme el placer que alguna vez prometí y te entregué, para saber que puedo creer de nuevo en mí, el cual se encuentra refundido dentro del cúmulo de emociones pasadas, creadas y surgidas después de los sacrificios ofrecidos como actos requeridos por unos cuerpos exigentes y suplicantes de carnal amor, algo crucial para emprender el regreso hacia un ayer salpicado por los recuerdos de esos besos que nos dimos sin límites ni control, añorados hoy que estamos reviviendo viejos y a destiempo.
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