NUESTROS FALSOS GUERREROS
Cabalgando en sudorosos corceles, avaluados en millones que salen de las arcas del erario, hay seres humanos que se consideran pulcros guerreros, imaginándose luchar contra la corrupción pública que ellos mismos crean, patrocinan y multiplican, ya que están convencidos que sus torcidos son derechos adquiridos por ser quienes son.
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