GOLPETEOS DE OSTRAS HUMANAS
El golpeteo de unos latidos en nuestros cuerpos no son suficientes motivos para hacernos constatar que tenemos un órgano que late a un ritmo proporcional, proporcionado por las fuerzas de los ciclos energéticos que existen a nuestro lado, somos inválidos mentales y observadores invidentes de un horizonte evidentemente oscurecido después de haber sido establecido con fundamentos contrarios a lo esclarecido por la naturaleza siguiente al pie de la letra de las leyes universales, a las qué como especie queremos reemplazar para establecer las nuestras, culpables directas del ostracismo humano.
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